viernes, 15 de marzo de 2013


CRISIS PROFESIONAL
En muchas ocasiones los docentes de los colegios se ven desbordados en el trabajo que desempeñan, no solo dentro de las aulas, sino fuera también. Muchas veces los problemas de los niños en las aulas se encuentran íntimamente relacionados con los que sufren en los propios hogares y por mucho que los profesores intenten solucionar los problemas de los alumnos, no pueden.
Esta impotencia en algunos centros se ve reflejada en Daniel, el director del colegio que intenta luchar contra los innumerables conflictos que se dan en el centro y que no le es posible solucionar, como es el ejemplo de la mujer que llega ebria al colegio con un bebe a buscar a su hija y los abandona en el colegio, por lo que Daniel decide tomar cartas en el asunto, lo que le llevará a que su labor docente llegue a ser cuestionada.
Daniel se ve obligado a actuar como asistente social, a luchar contra la miseria material y moral de los familiares de sus alumnos, además de las dificultades en su vida personal, lo que llega al punto de su vida en que piensa dejarlo todo y claudicar, algo que finalmente no hará gracias a familiares y a amigos.
Como Daniel hay muchos docentes que sufren por dar una buena educación a sus alumnos pero que las circunstancias personales de la familia del alumno se lo impiden, ya sea por desocupación familiar, hambre, violencia familiar… Muchas veces son los padres los culpables de que sus hijos no progresen, tengan dificultades y se opongan a ser ayudados por los demás, por lo que “por mucho que quieras, a muchas personas es imposible ayudarlas”.
Aquí os dejo un artículo sobre los padres que dan más problemas a los profesores que los alumnos.
Autora: Olga Santos Rabanillo

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